Lost `n Found [y se fue dos veces el infeliz...]

Buenas:

Algunos acontecimientos "menores" dentro de la [mi] pequeña realidad nacional.

Como algunos conocen, me jacto de no haber perdido mi celular, pero casi pierdo ese derecho [y por que no decir : deber] al repentinamente [ y temporalmente] extraviarlo. Sucedió en el lunes maldito, y digo esto por el hermoso horario que tenemos en la UPCH el cual nos libera a las 6pm, luego de empezar a las 8 am. Bueno, remitiéndome a la historia en sí, regresaba a mi querido hogar [con su temperatura agradable, aire fresco y alimento esperándome] con algunos compinches universitarios en un módico taxi [el ya clásico station-wagon blanco]. Al bajarme del vehículo en mención, me dirigí a mi casa caminando por la apacible calle Paracas. Algo me atormentaba, pero no le di razón de existencia.

Finalmente al llegar a la puerta de mi morada, me detuve a buscar las llaves en mi mochila. Las saque fácilmente, sin embargo el ya mencionado aparato no se encontraba en su lugar. Sude [y eso que no estaba agitado]. Lo había perdido todo. Innumerables números que nunca me tome la molestia de aprender. Claves y códigos que nunca borre. Mensajitos "comprometedores". Dios, toda una vida. Entre corriendo a mi casa, confundido, sin celular. Entonces ese espíritu de casa y hogar, dulce hogar se fue al diablo [ y al mismo tiempo su temperatura agradable, aire fresco y alimento esperándome]. Rápidamente trate de llamar de mi casa, explicando lo ocasionado a mi papá en el camino. Levante el auricular....

Telefónica, le informa que el servicio esta temporalmente fuera de servicio, agradec....

Colgué de forma brutal. Corrí otra vez, al grifo, con un plan. El descanso [ y su temperatura agradable, aire fresco y alimento esperándome] se fueron al Averno. Que fácil, no?
Entraron las monedas el teléfono. Marque. Timbro. 5 veces después....¡Contestó! Le explique con celeridad mi problema, lo tomo con un tono amable. El sudor frontal se seco instantáneamente. Felicidad. Su tono amable me hizo pensar que tendría el dichoso aparato en poco tiempo. Un viaje a San Miguel y un susto hicieron que fuera mas precavido. Pero ahora esta aquí a mi lado, feliz [ y la temperatura agradable, aire fresco y alimento consumidos/disfrutados]. Recuerden que este ya tiene historia [la lavadora, etc]. No puedo dejarlo así de fácil.

Pero otro evento ocurrió al día siguiente [martes] antes de que pudiera ser recuperado de las garras de los hados. Mi problema se llama bus UPCH, y si, aunque usted no lo crea me dejo dos veces, la misma mañana. Dolor.

Fui en la mañana. Supuse que estaría en el lugar descrito. U de Lima. Lo que no supuse es donde pararía. Me encontraba en el ovalo, escuchando a Raúl Vargas hablar de que lo estudiantes de colegios saben mas de Counter- Strike y la famosa 4-4, que del desastre del WTC hace algunos años. Mi ilusa visión del mundo apoptotico no me dijo que lo más probable era que el bus/enemigo del más allá se estacionara en el Burger King, frente a la universidad. Y así fue. Lo ví pasar a mi costado, con sus casi 40 asientos libres [y cómodos]. No podía dejar algo así. Trepe el puente y me dirigí al paradero de Evitamiento, chape la primera combi que ví, al puente Santanita grite [si, lo dije junto]. Observaba el camino a ver si venia. Llegue a Santa Anita. Me baje y para buscar al dichoso bus. Nada.

Me arrepentí, así que me subí al mismo micro que tome para llegara Santa Anita. Y me fui, triste y decepcionado. Al irme la sombra del bus, y el letrero de UPCH, me encontraron, estaban detrás de mi micro, recién llegando a Sta. Anita.

Bueno, suerte con los buses. Y cuidado con ellos también. Saludos a los cumpleañeros de Septiembre, que son muchos, pero los saludare personalmente cuando sea conveniente.

Adiu, sres y srtas.

Jose Antonio

PD: Ya se que mi celular no tiene alma, por siacaso.