lunes, 18 de mayo de 2009

A Night At The Opera

Buenas:

Andaba revisitando algunos recuerdos del año pasado cuando me tope con una experiencia muy interesante que siempre quise compartir...

Aura

f. Irradiación luminosa inmaterial que rodea a ciertos seres.
pat. Cuadro o conjunto de fenómenos que preceden a una crisis de una enfermedad, en especial a un ataque epiléptico.
Favor, aplauso, aceptación general.
poét. Viento suave y apacible.



Fue una noche como cualquier otra, solo que con una diferencia: me iba a Aura.

Suena raro. Suena diferente. Era la primera vez que pisaría tal lugar, tan comentado, tan conocido por media ciudad. Yo, bueno para ser sincero, no soy el tipo que va mucho a fiestas y esas cosas, pero me anime, y qué diantres, me lancé un poco al vacío.



María Fernanda y un grupo de amigas suyas de la universidad iban a concurrir al sitio este, y me invitaron. Una de las cosas interesante de la oferta era el tema de la entrada. Como nunca falta en un grupo, una amiga suya nos había puesto "en lista". En L-i-s-t-a ¿Qué diantres es eso? Bueno tan ignorante no era [soy]. Hasta cierta hora de la noche, los invitados por la susodicha amiga [o quizás por un amigo, de un primo de un amigo suyo que es medio hermano/sobrino del patita que hace las benditas listas... ] tenían la posibilidad de entrar al local gratuitamente. Me sonó excelente. Novo y free.


I: "Para aurificarte, es necesario tener un contacto. Así no contactes mucho al contacto"

Así que me aventure. Salí de mi casa al lugar este, dejando con cara de sorpresa a más de un amigo. Hasta ese momento, ni yo me lo creía. Chape mi combi, otra por ahí y al lugar de reunión. Clásico, hubo movimientos en masa.


Primero a la casa de Pepito a recogerlo, luego donde Menganita [que se le cayó el peine, que ya sale de la ducha, que su mami la llama, etc, etc]. Fulanito nos lleva en su caña y Maranguita nos trae de vuelta [si es que no esta ebria o algo peor]. Bueno, en síntesis, un recorrido por medio Lima. El típico inicio de una Quest nocturna, organizar cosas, sazonarlas, marinarlas y al horno...

Luego del paseo de casa en casa la hora apremiaba y nos aproximamos al lugar. Larcomar, 12:25 pm [o am, no sé, como diantres le quieran decir, nunca fui muy bueno con las endemoniadas convenciones horarias, malditas convenciones]. El ground zero estaba lleno de infieles. Una masa inmisericordiosa que esperaba a sus presa para atraparla y.... bueno tampoco tan crítico. Bajamos por los escalones eléctricos y la masa fashionista estaba en furor. La entrada con una cola larguísima de gente esperando entrar a este sitio hip. Sin esperar otro instante, aturdido por la masa, tome posición defensiva, y fuimos a un lugar semi - protegido. Reparamos en un tipo de camisa a rayas, medio graso, que entre su bling-bling fulminante [ese que te paraliza el ojo y llevo a mucho asiáticos menores de 5 a un choque epiléptico], gritaba que "ya se ac'baa la lista". Le propuse a María Fernanda & co. desplazarnos al interior de la cola para tratar de aprovechar a la "lista" que se nos iba.


Tengo que admitir que este nuevo entorno me dio mucho que observar. Toda la gente, vestidos entre camisas, bling bling, accesorios y uno que otro trapo que parecía retazo de lo que alguna vez fue un bonito mantel. Es casi un rito, pensé. Todo un ritual.



II: "No estar fashion es pecado en el ritual. Felizmente hay a quienes no nos importa pecar."



Nos dirigimos hacía la entrada, entre un gran grupo de gente que presionaba para entrar. Felizmente alcanzamos a la lista aquella, y nos dejaron pasar. Mientras me acercaba a la puerta, pensé en el mal momento en que traje mis llaves. No por ellas en sí, sino que como muchos saben mi llavero es una navaja suiza a la cual le tengo mucho apego. Y La Mole me la iba a quitar de seguro.




En la puerta estaban La Mole y Hulk, los dos vips que controlaban el ingreso de los infieles al recinto. She-hulk se encargaba en otra fila de las damiselas [?] y a mi fila le tocaba con la Mole. No tenía sentido ocultarla, estaba a menos de 4 personas de la entrada. No tenía tiempo ni espacio corporal [ouch] donde guardar mi preciada navaja. No iba a dejar a María Fernanda detrás de esa puerta.




Me dispuse a despedirme del instrumento, deseándole buena suerte en su otro hogar. "Pórtate bien, eh", "has que ese loco suizo que te diseño se sienta orgulloso de ti" y "no llores eh, boys don't cry, ya sabes". Llegue a la puerta y antes que La Mole pudiera "revisarme" le dije de mi suiza. Me la quito, la vio, me vio a mi [glup], y saco una tira de maskintape de su bolsillo y un lapicero. No esperaba esa reacción. Me pidió mi nombre mientras, según yo, memorizaba mis facciones para. . . matarme? Bueno, apunto mi nombre en una tira de la cinta y se la pego a la suiza. Después se la dio a Hulk quien se fue por la puerta #2. Me hizo pasar. Y entre...



El templo era interesante. Al principio un recinto donde dejar las cosas que llevabas [cosas que no te había quitado el Hulk...]. Un pasadizo/barra, con cierta música de alta frecuencia, que estoy seguro que tenía un mensaje subliminal. Luego a la derecha, y abajo el recinto principal, y la gente en medio de la liturgia. Nuestro contacto, se contacto con el contacto de alguien contactado y bueno como siempre pasa de la nada salió un botella de cierto bebida espirituosa y la noche/madrugada avanzo dejando a todo el mundo atrás.



III: "Si te dan alguna bebida abierta no la recibas. Si te dan una cerrada, y no la pagaste, tómala y corre".



Tengo que admitir que me divertí. Creo que más que el sitio depende de con quién vayas. Bueno pero todo no quedo ahí.

Ya entrada y avanzada la madrugada nos dispusimos a retirarnos. Luego de salir, me encontré con La Mole. Pensé en seguir de frente y dar por perdida a mi navaja, pero María Fernanda tenía más confianza en aquellos mutantes de la entrada. Se la pedí con soltura y sin miedo, quizás impulsado por el cansancio más que por el coraje. Me preguntó mi nombre y al rato Hulk la trajo. Realmente no pude creerlo, me sorprendieron gratamente.


Como para broche de oro, al subir las escaleras escuchamos por detrás en el patio de comidas a dos féminas, de voz nada sobria gritándole una a la otra, algo así como "Perra como te metes con él! ", "la pt'a que te pario maldita" [biatch]. Acto seguido ambas, con el fashion de sus vestidos y el -OH en sus arterias se tiraron al suelo, en medio de patadas y arañazos a pelearse por el susodicho caballero, que para esto, ni siquiera estaba cerca. Cuando una ya le iba a dar con su taco 9 a la otra, 8 agentes de seguridad retuvieron a las damiselas [?!?] para guardar sus cabales, mientras ambas terminaba de arañarse, golpearse y quemar el último cartucho de esta aurificante noche.



Suerte, espero que aún no den por muerto a L-a-pop-tosis, jaja,



J.A.



¿Aburrido? Chekea un viaje horrible en bus interprovincial o viaja en combi por Lima.


5 comentarios:

Luis Felipe dijo...

Relajado, yo que buscando entre recitaciones absurdas de su Divina Gracia A.C Bhaktivedanta Swami Prabhupada, transformando mi mantra acostumbrado en una oracion diaria para llegar al equilibrio.

Tu en III pasos llegas encontrarte con el aura y saliendo victorioso y airoso.

Unknown dijo...

una sola: jose antonio lulli en aura???

andrea b dijo...

ni tiempo tuviste para meterte la navaja en el zapato como aquella vez :P

Zezé dijo...

demasiado spam... me gusto el relato y no hay más... te estancaste y yo recien llego de forma casual... Haha. Un abrazo :)

Anónimo dijo...
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